Mi Experiencia en
la Cruz.
.-Esto
que voy a narrar sucedió a finales de 2012, no recuerdo la fecha exacta, pero
sí
recuerdo perfectamente lo que aconteció aquella tarde y como fue.
.-Esa
tarde había invitado a casa a mi buen amigo Alex para guiarlo en la meditación,
pues le
había explicado como meditar en casa, pero no pudiendo realizarla lo
invite a casa a que
meditara conmigo yo lo iría guiando.
.-Nos
encontrábamos en el salón de mi casa tendí una colcha en el suelo para que
pudiésemos meditar, nos sentamos uno en frente del otro a un metro y medio más
o menos, mi mujer se encontraba en el sofá haciendo croché. Alex y yo nos
sentamos con las piernas cruzadas, le indique que cerrara los ojos y comencé a
guiarlo.
.-Comencé
a relajarlo, pedí entrar en conexión con mi Maestro Jesús, con mi Yo Superior y
el de Alex para que nos guiaran en esa meditación. Nos quedamos a la espera, yo
en unos segundos comencé a sentir que la energía me envolvía y comenzaban a
tomar el control de mi cuerpo, me tumbaron hacia atrás, me estiraron las
piernas, a continuación comencé a sentir más fuerte la energía y comenzó a
vibrar todo mi cuerpo, cuando la energía ceso se concentro en el vientre,
comenzaba a moverse por zonas y a vibrar, no sé cómo explicar esos movimientos
(mi mujer me dijo luego cuando termine de meditar que parecía como si en el
interior de mi vientre hubiera algo y se estuviera moviéndose y quisiese
salir).
.-Continuo,
seguidamente comencé a visualizar que estaba en una loma, en un cerro en el
cual
también vi que había unos soldados Romanos que me tendían boca arriba en
el frio suelo, me
cogieron las manos y me las extendieron. En ese momento que
visualizaba esto, note como mis
brazos que estaban pegados a mis costados
comenzaron a despegarse hasta llegar a la posición de
estar en cruz. Sentía
como me estiraban los brazos, a la vez veía como en mi muñeca derecha me
ponían
la punta de un gran clavo, clavándomela a un madero, en ese momento sentí
perfectamente
como el clavo atravesaba desgarraba, mis músculos y tendones se
tensaban y mi mano se abría con
los dedos estirados y engarrotados.
Seguidamente vi como me estiraban el brazo izquierdo y
realizaban la misma
operación que con el derecho. Una vez clavado por las dos muñecas, me
levantaron y comenzaron a izar mi cuerpo hasta en saltar el tablón al cual
estaba clavado en el
suelo detrás de mí, sentí el cimbroneo del cuerpo al caer,
el tirón en los brazos, en todo el
cuerpo al pararse el tablón en seco. Mi
cuerpo en ese momento se alzo del suelo más de una cuarta
con los brazos en
cruz con todos los músculos y tendones tensos al igual que los del cuello, alce
la
cabeza hacia arriba cogiendo todo el aire que me era posible porque sentía
que me faltaba, lo
aguantaba durante un rato y lo expulsaba violentamente por la
nariz.
.-A
continuación visualice como clavaban mis pies, primero el izquierdo y a
continuación el derecho,
como en los brazos note como los clavos penetraban mis
pies y se clavaban en el madero, mis piernas se flexionaron con los músculos
tensos, los pies pegados al suelo con los dedos estirados. Mi cuerpo comenzó a
vibrar, a convulsionar, mi cuerpo de cintura para arriba seguía separada del
suelo más de una cuarta y seguía en todo momento los brazos en cruz. Cogí otra
gran aspiración de aire y lo mantuve en mis pulmones durante un tiempo, no sé
cuanto lo mantuve, seguidamente lo exhale y mi cuerpo dejo de estar en tensión
y fue apoyarse de nuevo en el suelo, mi cabeza giro hacia la derecha cayendo
lentamente, vi como me había desmayado, así estuve unos minutos para volver de
nuevo mi cuerpo a convulsionar y a sentir calambres en mis piernas, volví a
coger otra bocanada de aire levantando de nuevo mí cabeza.
.-Me
visualizaba viéndome crucificado, clavado en los maderos, mis músculos y
tendones tensos como cables de acero, sentía todo ese sufrimiento pero no el
dolor, sin embargo de mi pecho un gran AMOR por todos y por todo. Inclinaba la
cabeza hacia delante tensándose los músculos y tendones del cuello y los de la
cara, apretaba las mandíbulas unas contra otra. Veía un gran tumulto bajo de la
cruz a mis pies, un cinturón de soldados Romanos conteniendo al gentío que
estaban allí contemplando la crucifixión, uno de los soldados giro la cabeza y
me miro, el rostro me resulto familiar “era Fran, mi amigo”.
.-Mi
cuerpo volvió a levantarse con los brazos en cruz separados del suelo más de
una cuarta de nuevo volviendo a convulsionar, cogía aire de nuevo, lo mantenía
y lo expulsaba, seguía mirando a la multitud, gire la cabeza hacía la izquierda
y allí a pocos metros de la cruz vi a un hombre que abrazaba y aguantaba a una
mujer que estaba llorando y en mi mente sonaron estas palabras:
*.-Madre,
Madre ahí tienes a tú hijo.
.-Seguidamente
mire al hombre y me reconocí, era yo pero con pelo largo ondulado barba y
bigote, volvió a sonar en mi mente:
*.-Hijo
ahí tienes a tú madre.
.-Mí
cuerpo volvió a caer al suelo y comencé a llorar, seguía sintiendo todo ese
sufrimiento, mí cuerpo se arqueo en busca de aire notaba que me asfixiaba,
respiraba rápido la vida se escapaba del cuerpo, me estremecía con todos los
músculos tensos al igual que los tendones, cogí una última gran bocanada de
aire intentando llenar lo máximo los pulmones y expiro, vi como la vida
abandonaba aquel cuerpo cayendo desplomado y ladeando la cabeza a la derecha.
.-Comencé
de nuevo a llorar y a sentir alrededor que me envolvía una gran paz, me fui
serenando. Seguía viendo la crucifixión pero desde lo alto como si estuviese
flotando, vi como desclavaban el cuerpo ensangrentado y lo bajaban de la cruz,
cuando lo pusieron sobre el suelo de aquella colina, note el frío en la espalda
y mis brazos volvieron poco a poco a mis costados, me vi como me ponían en un
gran sudario y me cubrían con el, me trasladaron desde allí a un huerto en el
que había una gruta en la cual me metieron y me pusieron sobre un tramo
elevado, me cogieron la mano izquierda la pusieron sobre mi vientre,
seguidamente cogieron la derecha y la pusieron por encima de la izquierda
cruzadas una encima de la otra. Mis manos comenzaron a moverse y de los
costados fueron a ponerse en la posición que estaba visualizando, todo se
oscureció al poco comencé a sentir una gran energía que me envolvía y se fue
haciendo una luz primero tenue para seguir haciéndose más luminosa y brillante,
lo envolvía todo sentí un gran AMOR salía de mi cuerpo y me invadía una gran
PAZ.
.-Mis
brazos comenzaron a elevarse hacia arriba a la vez sentía ese gran AMOR lo iba
invadiendo todo, mis brazos fueron abriéndose hasta llegar al suelo de nuevo,
volviendo poco a poco a mis laterales. Mi cuerpo se fue relajando y en ese
estado estuve un buen rato, comencé a tomar consciencia de mi, fui abriendo los
ojos muy lentamente y me fui incorporando, me encontraba exhausto no podía
expresar, ni explicar lo que me había sucedido estaba impresionado y afectado
por lo experimentado. Mi mujer y mi amigo estaban los dos expectantes no me
quitaban ojo de encima, los dos me contemplaban con los ojos llorosos, me
preguntaron que como me encontraba y que me había sucedido, les conté que había
experimentado toda la crucifixión de Jesús, el traslado al sepulcro, la
resurrección y todo el AMOR que sintió en primera persona, como si yo fuese ÉL.
.-Ellos
me dijeron que lo sabían que viéndome habían estado percibiendo y viendo todo
lo que yo estaba experimentando, se sentían angustiados y comenzaron a llorar,
sintieron todo ese sufrimiento observándome.
.-Le
pregunte a mi amigo por su meditación, me dijo que logro relajarse y me
pregunto si yo en algún momento me había levantado y me había acercado a él
dándole un abrazo. Yo le dije que no, mi mujer también se lo confirmo, le dije
que a los pocos segundos yo entre en contacto con Jesús y mi yo superior y
aconteció todo lo que les narre. Él me volvió a decir que para él yo me había
levantado y le había dado un abrazo, él lo sintió perfectamente, le explique
que igual fue mi yo superior el que se le acerco y le abrazo. Él no pudo seguir
meditando se incorporo y se sentó en el sofá junto a mi mujer y se quedaron
contemplándome, mi mujer no pudo seguir con el croché que estaba realizando, no
podía, sentían que había una energía muy grande que nos rodeaban y no podía
dejar de mirarme.
.-
Esta fue mi primera experiencia de la crucifixión, porque seguidamente cada vez
que meditaba volvía a experimentarla, así estuve durante un tiempo, después fue
remitiendo, hasta que casi he dejado de experimentarla por lo menos en su
totalidad.
El pequeño Juan.