martes, 18 de noviembre de 2014

La sanación y auto sanación.

 La sanación y auto sanación. 

La sanación y auto sanación no depende de segundas personas ni de terceras, dependen solo de uno mismo, pero para ello debe estar equilibrado físicamente, psíquicamente y espiritualmente. Es un trabajo que cada uno debe de realizar individualmente por mucho que otras personas les digan que necesitan de otras que estén capacitadas. Sí, hay personas que pueden estar capacitadas pero porque ellos han realizado dichos trabajos en vidas anteriores, al igual no son conscientes de ello porque no lo recuerdan pero se activo algo dentro de ellos que fue el iniciador de dicho trabajo de transformación y sanación, de poder transmutar la enfermedad en AMOR. Pero deben hacerle saber a la persona a la cual se le realizara la sesión de sanación su consentimiento y enseñarles que son ellos mismos con su consentimiento los que sanan su enfermedad. Para dicha transmutación debe la persona de realizar un cambio interior para poder ser consciente de su transmutación. No les hace falta la intercepción de nadie para sanar, ustedes son sus verdaderos sanadores.

Yo personalmente me he visto en dilema moral de si intervenir o no a la hora de sanar a otra persona, aunque sé que es parte de mi misión, también soy consciente de que mi intercepción no es del todo eficaz si la persona tampoco hace nada por equilibrarse para así transmutar definitivamente dicha enfermedad y no se refleje en otra parte de su cuerpo en otro tipo de enfermedad o vuelva a reproducirse, vuelva activarse la enfermedad a consecuencia de sus pensamientos negativos, los cuales irán afectando a su cuerpo interiormente hasta definirse en una enfermedad y dependiendo del nivel de negatividad que valla acumulando así será la enfermedad que se reflejara en su cuerpo físico.
Y muchos me diréis ¿Y los niños que nacen y tienen alguna enfermedad terminal o enfermedad degenerativa? A ellos no les ha dado tiempo de crear pensamientos negativo, ni de acumularlos para que se les reflejen dichas enfermedades. Bien llevan razón, pero también deben de reflexionar y verlo desde otra perspectiva, la cual sería, ellos arrastran de su anterior o anteriores vidas dichos pensamientos negativos los cuales no fueron capaces de transmutar y por ello los traen al no haber sido transformados, al no haberlos entendidos y transmutados en AMOR simplemente con el trabajo interior de cambio para poder realizar dicha transformación, se que a muchos les será imposible de creer que podamos realizar dicho trabajo para poder sana físicamente, psíquicamente y espiritualmente.

-Ejercicio de Auto sanación.   

Consiste en tomar el control sobre células de nuestro cuerpo, pues somos nosotros mismos, debemos de realizarlo de la siguiente manera:

·       Yo (Nombre) soy un Maestro y Ser de Luz, ordeno y convoco a todas mis células que se concentren en (la zona donde deseemos la sanación) para que regenere, repare la zona dañada y quite el dolor. A continuación le daremos las gracias y le diremos que las AMAMOS.

Esta formula la podremos usar para reforzar nuestro sistema inmunológico, para sanar alguna que llevamos arrastrando largo tiempo, cualquier dolor, para equilibrar nuestro cuerpo y mente, para todo lo que deseemos siempre y cuando tengamos la convicción que así será y veremos que se realiza en el menor tiempo posible, se regenera y sana, nuestro cuerpo, nuestras células nos ayudaran a transmutar todo lo negativo que halla en nuestro cuerpo en AMOR.


Pero anteriormente habremos de haber realizado el trabajo interior con nuestro Yo Superior para así tener la sintonía y certeza de que nuestro Yo está con nosotros y somos realmente nosotros.  

Por el pequeño Juan.
La paz sea con todos vosotros.     

domingo, 16 de marzo de 2014

Mi Experiencia en la Cruz (Finales 2012).



Mi Experiencia en la Cruz.




.-Esto que voy a narrar sucedió a finales de 2012, no recuerdo la fecha exacta, pero sí
recuerdo perfectamente lo que aconteció aquella tarde y como fue.

 
.-Esa tarde había invitado a casa a mi buen amigo Alex para guiarlo en la meditación, pues le
había explicado como meditar en casa, pero no pudiendo realizarla lo invite a casa a que
meditara conmigo yo lo iría guiando.

 
.-Nos encontrábamos en el salón de mi casa tendí una colcha en el suelo para que pudiésemos meditar, nos sentamos uno en frente del otro a un metro y medio más o menos, mi mujer se encontraba en el sofá haciendo croché. Alex y yo nos sentamos con las piernas cruzadas, le indique que cerrara los ojos y comencé a guiarlo.

 
.-Comencé a relajarlo, pedí entrar en conexión con mi Maestro Jesús, con mi Yo Superior y el de Alex para que nos guiaran en esa meditación. Nos quedamos a la espera, yo en unos segundos comencé a sentir que la energía me envolvía y comenzaban a tomar el control de mi cuerpo, me tumbaron hacia atrás, me estiraron las piernas, a continuación comencé a sentir más fuerte la energía y comenzó a vibrar todo mi cuerpo, cuando la energía ceso se concentro en el vientre, comenzaba a moverse por zonas y a vibrar, no sé cómo explicar esos movimientos (mi mujer me dijo luego cuando termine de meditar que parecía como si en el interior de mi vientre hubiera algo y se estuviera moviéndose y quisiese salir).

 
.-Continuo, seguidamente comencé a visualizar que estaba en una loma, en un cerro en el cual
también vi que había unos soldados Romanos que me tendían boca arriba en el frio suelo, me
cogieron las manos y me las extendieron. En ese momento que visualizaba esto, note como mis
brazos que estaban pegados a mis costados comenzaron a despegarse hasta llegar a la posición de
estar en cruz. Sentía como me estiraban los brazos, a la vez veía como en mi muñeca derecha me
ponían la punta de un gran clavo, clavándomela a un madero, en ese momento sentí perfectamente
como el clavo atravesaba desgarraba, mis músculos y tendones se tensaban y mi mano se abría con
 los dedos estirados y engarrotados. Seguidamente vi como me estiraban el brazo izquierdo y
realizaban la misma operación que con el derecho. Una vez clavado por las dos muñecas, me
levantaron y comenzaron a izar mi cuerpo hasta en saltar el tablón al cual estaba clavado en el
suelo detrás de mí, sentí el cimbroneo del cuerpo al caer, el tirón en los brazos, en todo el
cuerpo al pararse el tablón en seco. Mi cuerpo en ese momento se alzo del suelo más de una cuarta
con los brazos en cruz con todos los músculos y tendones tensos al igual que los del cuello, alce la
cabeza hacia arriba cogiendo todo el aire que me era posible porque sentía que me faltaba, lo
aguantaba durante un rato y lo expulsaba violentamente por la nariz.

 
.-A continuación visualice como clavaban mis pies, primero el izquierdo y a continuación el derecho,
como en los brazos note como los clavos penetraban mis pies y se clavaban en el madero, mis piernas se flexionaron con los músculos tensos, los pies pegados al suelo con los dedos estirados. Mi cuerpo comenzó a vibrar, a convulsionar, mi cuerpo de cintura para arriba seguía separada del suelo más de una cuarta y seguía en todo momento los brazos en cruz. Cogí otra gran aspiración de aire y lo mantuve en mis pulmones durante un tiempo, no sé cuanto lo mantuve, seguidamente lo exhale y mi cuerpo dejo de estar en tensión y fue apoyarse de nuevo en el suelo, mi cabeza giro hacia la derecha cayendo lentamente, vi como me había desmayado, así estuve unos minutos para volver de nuevo mi cuerpo a convulsionar y a sentir calambres en mis piernas, volví a coger otra bocanada de aire levantando de nuevo mí cabeza.

 
.-Me visualizaba viéndome crucificado, clavado en los maderos, mis músculos y tendones tensos como cables de acero, sentía todo ese sufrimiento pero no el dolor, sin embargo de mi pecho un gran AMOR por todos y por todo. Inclinaba la cabeza hacia delante tensándose los músculos y tendones del cuello y los de la cara, apretaba las mandíbulas unas contra otra. Veía un gran tumulto bajo de la cruz a mis pies, un cinturón de soldados Romanos conteniendo al gentío que estaban allí contemplando la crucifixión, uno de los soldados giro la cabeza y me miro, el rostro me resulto familiar “era Fran, mi amigo”.

 
.-Mi cuerpo volvió a levantarse con los brazos en cruz separados del suelo más de una cuarta de nuevo volviendo a convulsionar, cogía aire de nuevo, lo mantenía y lo expulsaba, seguía mirando a la multitud, gire la cabeza hacía la izquierda y allí a pocos metros de la cruz vi a un hombre que abrazaba y aguantaba a una mujer que estaba llorando y en mi mente sonaron estas palabras:

 
*.-Madre, Madre ahí tienes a tú hijo.

 
.-Seguidamente mire al hombre y me reconocí, era yo pero con pelo largo ondulado barba y bigote, volvió a sonar en mi mente:

 
*.-Hijo ahí tienes a tú madre.

 
.-Mí cuerpo volvió a caer al suelo y comencé a llorar, seguía sintiendo todo ese sufrimiento, mí cuerpo se arqueo en busca de aire notaba que me asfixiaba, respiraba rápido la vida se escapaba del cuerpo, me estremecía con todos los músculos tensos al igual que los tendones, cogí una última gran bocanada de aire intentando llenar lo máximo los pulmones y expiro, vi como la vida abandonaba aquel cuerpo cayendo desplomado y ladeando la cabeza a la derecha.

 
.-Comencé de nuevo a llorar y a sentir alrededor que me envolvía una gran paz, me fui serenando. Seguía viendo la crucifixión pero desde lo alto como si estuviese flotando, vi como desclavaban el cuerpo ensangrentado y lo bajaban de la cruz, cuando lo pusieron sobre el suelo de aquella colina, note el frío en la espalda y mis brazos volvieron poco a poco a mis costados, me vi como me ponían en un gran sudario y me cubrían con el, me trasladaron desde allí a un huerto en el que había una gruta en la cual me metieron y me pusieron sobre un tramo elevado, me cogieron la mano izquierda la pusieron sobre mi vientre, seguidamente cogieron la derecha y la pusieron por encima de la izquierda cruzadas una encima de la otra. Mis manos comenzaron a moverse y de los costados fueron a ponerse en la posición que estaba visualizando, todo se oscureció al poco comencé a sentir una gran energía que me envolvía y se fue haciendo una luz primero tenue para seguir haciéndose más luminosa y brillante, lo envolvía todo sentí un gran AMOR salía de mi cuerpo y me invadía una gran PAZ.

 
.-Mis brazos comenzaron a elevarse hacia arriba a la vez sentía ese gran AMOR lo iba invadiendo todo, mis brazos fueron abriéndose hasta llegar al suelo de nuevo, volviendo poco a poco a mis laterales. Mi cuerpo se fue relajando y en ese estado estuve un buen rato, comencé a tomar consciencia de mi, fui abriendo los ojos muy lentamente y me fui incorporando, me encontraba exhausto no podía expresar, ni explicar lo que me había sucedido estaba impresionado y afectado por lo experimentado. Mi mujer y mi amigo estaban los dos expectantes no me quitaban ojo de encima, los dos me contemplaban con los ojos llorosos, me preguntaron que como me encontraba y que me había sucedido, les conté que había experimentado toda la crucifixión de Jesús, el traslado al sepulcro, la resurrección y todo el AMOR que sintió en primera persona, como si yo fuese ÉL.

 
.-Ellos me dijeron que lo sabían que viéndome habían estado percibiendo y viendo todo lo que yo estaba experimentando, se sentían angustiados y comenzaron a llorar, sintieron todo ese sufrimiento observándome.

 
.-Le pregunte a mi amigo por su meditación, me dijo que logro relajarse y me pregunto si yo en algún momento me había levantado y me había acercado a él dándole un abrazo. Yo le dije que no, mi mujer también se lo confirmo, le dije que a los pocos segundos yo entre en contacto con Jesús y mi yo superior y aconteció todo lo que les narre. Él me volvió a decir que para él yo me había levantado y le había dado un abrazo, él lo sintió perfectamente, le explique que igual fue mi yo superior el que se le acerco y le abrazo. Él no pudo seguir meditando se incorporo y se sentó en el sofá junto a mi mujer y se quedaron contemplándome, mi mujer no pudo seguir con el croché que estaba realizando, no podía, sentían que había una energía muy grande que nos rodeaban y no podía dejar de mirarme.

 
.- Esta fue mi primera experiencia de la crucifixión, porque seguidamente cada vez que meditaba volvía a experimentarla, así estuve durante un tiempo, después fue remitiendo, hasta que casi he dejado de experimentarla por lo menos en su totalidad.

 
El pequeño Juan.